Errores simples de los empresarios españoles
Antes de nada, decir que este artículo no está hecho para criticar la forma de actuar de los empresarios españoles sino que va dirigido con la intención de ayudar a evitar muchos pequeños errores que a veces cometen. Por desgracia, los empresarios españoles no han podido recibir la misma cultura empresarial que los empresarios de los Estados Unidos.
Los estadounidenses prácticamente siempre consiguen lanzar un negocio de éxito que le proporciona millones de dólares. Mientras tanto, a los empresarios españoles muchas veces les falta iniciativa para ser grandes. Este artículo va dirigido en general a todos aquellos empresarios de habla hispana – españoles y latinoamericanos- que quieren conseguir un negocio al más puro estilo americano y no son capaces de ver en dónde están fallando.
A continuación, algunos de los errores más habituales que cometen los empresarios españoles.
- Disponer del capital pero no tener un plan de negocio
A menudo el capital no es un problema pero el fallo está en no planear una estrategia de negocio. Sí dispones de capital suficiente puedes emprender un negocio pero para hacerlo crecer es vital tener un plan a medio o largo plazo. Lamentablemente, muchos empresarios españoles crean su negocio y esperan a ver qué pasa. Hay que tener visión de futuro, sino el negocio no saldrá adelante por sí solo.
- Querer empezar a lo grande
Muchas veces, antes siquiera de que haya despegado el negocio, los empresarios ya han montado su oficina con todo lo necesario y contratado el personal. Este es un error muy común. Si bien tiene lógica pensar que sí tenemos todo preparado antes de emprender el negocio estaremos mejor preparados, a la hora de la verdad esto no es tan importante.
Sí la cosa no sale bien habremos gastado un buen dinero en todo el equipo y ahora no nos servirá absolutamente de nada. Hay que pensar de pequeño a grande, una pequeña oficina, una persona a tu cargo como mucho e ir creciendo a medida que el negocio prospera. El negocio por sí solo va a pedirte más, sólo tienes que estar pendiente para que todo fluya.
- Contratar a las personas equivocadas
Este es un error que se comete con mucha frecuencia. La contratación de personal en un negocio es muy importante, estas personas deben estar cualificadas para el puesto y disponer de ciertos aspectos beneficios para la empresa.
Los empresarios estadounidenses no tienen ningún problema para contratar personal competente y capacitado para el puesto. Pero en las empresas españolas a menudo se contrata a familiares y amigos, dejando en muchas ocasiones a un lado la profesionalidad por darle más importancia a los vínculos emocionales.
- Contratar a un contable profesional
Muchas veces los empresarios españoles se empeñan en contratar un agente contable profesional que le organice y lleve al día las cuentas del negocio. Sin embargo, en algunas ocasiones esto es totalmente innecesario ya que uno mismo puede llevar sus propias cuentas. Sí no entiendes del tema aquí sí que no es tan mala idea contratar a un familiar o amigo que pueda ayudarte cobrándote la mitad que un contable profesional y sobre todo con la confianza de que no va a engañarte.
- Un círculo inadecuado
A los empresarios estadounidenses no les asusta tener gente más inteligente que ellos trabajando en su negocio. A los empresarios españoles les ocurre precisamente lo contrario, se sienten más cómodos rodeándose de gente más afines a ellos. Esto obviamente es un error, ya que un empresario necesita gente que le aporte nuevas ideas para crecer.
- La falta de ambición
Este es otro problema que tienen los empresarios españoles a diferencia de los empresarios estadounidenses. En cuanto a las contrataciones al empresario español no le importa invertir cierta cantidad de dinero. Pero cuando se trata de invertir para expandir el negocio la cosa cambia, ahí lo primero que piensa es en las pérdidas inmediatas. Los americanos han demostrado con creces que tener ambición es bueno, no hace falta decir más.
- Un ego excesivo
Por último, cabe destacar que muchos empresarios españoles tienden a crecerse cuando empiezan a tener éxito en sus negocios. Cuando las cosas van bien piensan que es únicamente gracias a su esfuerzo. Los subordinados se convierten en gente que carece de interés y a los que ni siquiera hace falta escuchar. Para un empresario egocéntrico las opiniones de sus empleados son irrelevantes.